Inicialmente se pensó que se trataba de un pedazo de plástico flotando, pero en realidad era un objeto con forma de serpiente que resultó ser el cadáver de un raro pez de las profundidades marinas. Los biólogos determinaron que se trata de un pez remo gigante, visto por última vez en aguas suecas hace unos 130 años. Ove Eriksson, aficionado a la pesca, hizo descubrimiento cuando regresaba al cobertizo con su bote en la costa occidental sueca. "Era muy largo y brillante (?) Tenía bigote, aunque parecían habérsele roto, y una extraña aleta dorsal rosada", dijo.
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