La empresa British Petroleum (BP) logró tapar la más pequeña de las tres fugas de crudo en el fondo del golfo de México, pero eso no va a reducir la cantidad de petróleo que se vierte en el mar, según informó el suboficial de la Guardia Costera de EE. UU., Brandon Blackwell. Esto se debe a que la fuga tapada se sitúa por encima de la principal en el trayecto de la cañería.
Sin embargo, esto facilitará trabajar con las dos fugas restantes, añadió. De todos modos, siguen derramándose en el agua unos 5.000 barriles de crudo diariamente.
BP planea instalar dentro de cinco días una cúpula de acero, que pesa casi 100 toneladas, para recoger el crudo cerca del fondo y bombearlo a una nave de gran tamaño en la superficie, según adelantó ayer el responsable de la exploración y producción de la empresa británica, Doug Suttles.
Según opinan BP y la Guardia Costera, es posible que el flujo se incremente repentinamente porque parece que ha sido obtruido por algo hasta el momento, como una válvula apretada o una curva de cañería. El volumen puede aumentar hasta unos 60.000 barriles al día frente a las estimaciones previas de 40.000 en el peor de los casos, según advirtió el senador demócrata Edward Markey. Eso amenaza con una catástrofe para el medio ambiente y las industrias pesquera y turística de los estados de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida.
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