Un temporal acompañado de fuertes lluvias azotó en los últimos tres días el noreste de EE. UU., causando vastas inundaciones en la región de Nueva Inglaterra. En Rhode Island, el estado más afectado, las autoridades consideran que es el peor desastre en más de cien años.
Las autoridades estatales pidieron a los ciudadanos guardar agua y ahorrar electricidad, puesto que los sistemas de tratamiento de aguas y las subestaciones eléctricas no funcionan.
Centenares de personas han sido evacuados de la zona hacia instalaciones temporales, mientras los meteorólogos advierten que lo peor todavía está por llegar. Los deshielos en el interior provocan el aumento del caudal de los ríos y arroyos, amenazando con nuevas inundaciones desde Maine a Connecticut.
Barack Obama ordenó prestar a Rhode Island ayuda federal para coordinar los esfuerzos de recuperación en los condados de Bristol, Kent, Newport, Providence y Washington. La Guardia Nacional ha activado operativos de emergencia en aquel estado, así como en Connecticut y Massachusetts. El gobernador de este último, Deval Patrick, declaró el estado de emergencia y movilizó a la Guardia Nacional para hacer frente a las inundaciones.
El nivel del río Sudbury en el condado de Saxonville subió hasta un récord histórico. Una autopista está cerrada y, además, un puente se derrumbó en Freetown, aislando a mil residentes.
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