Las intensas lluvias, las más fuertes desde el devastador sismo del 12 de enero, azotan ahora Haití. A causa de ellas, la pasada noche se inundaron varios campamentos de desplazados en Puerto Príncipe, la capital de Haití. La lluvia provocó un torrente en las laderas de un campo de golf que ahora sirve de hogar temporal para 45.000 personas.
También han provocado riadas, el colapso de desagües y el pánico generalizado entre las familias que hace apenas dos meses sobrevivieron al derrumbe de sus viviendas en el terremoto y ahora luchan por resistir en campamentos de carpas. El agua también arrastró las carpas en las que los socorristas habían instalado una escuela.
Después del amanecer, la gente salió a cavar zanjas de drenaje con palos o directamente con las manos en torno a sus carpas.
No hay información sobre las posibles víctimas, aunque algunos socorristas afirman que pudieron oír los gritos de la gente que chillaba de pavor al ser arrastrada por las riadas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que las personas en el campo de golf corrían el mayor peligro.
El agua y el barro también inundaron un campamento de carpas en las afueras de Cité Soleil, a varios kilómetros de distancia de Puerto Príncipe. Los pobladores chapoteaban en el agua mientras recogían sus pertenencias.
Las autoridades saben que deben desplazar a buena parte de los 1,3 millones de personas desamparadas antes del comienzo de la verdadera temporada de lluvias en abril. Sin embargo, el Gobierno haitiano aún no ha habilitado uno solo de los cinco lugares prometidos en las afueras, al noreste de la capital, la zona más apta para resistir las lluvias y los temblores.
Mientras tanto, la ONU advierte de mayores inundaciones en los próximos días.
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Los campamentos en los que están refugiados los damnificados por el terremoto que azotó el pasado 12 de enero a Haití, ahora sufren las consecuencias de las primeras lluvias luego de la catástrofe, que han provocado remolinos, desborde de letrinas y pánico generalizado.
"Yo estaba de un lado (de la lona), los niños del otro lado y yo trataba de sacar el agua", expresó Jackquine Exama, madre de siete niños, sobre la situación que vivieron al presentarse las lluvias en los albergues.
Los haitianos refugiados en un campo de golf de Puerto Príncipe, capital del empobrecido país, pasaron la madrugada de este viernes bajo una constante tensión, ante los torrentes de agua que bajaban por las laderas del campamento.
Cuando amaneció y salió el sol este viernes, los habitantes desesperados salieron a cavar zanjas de drenaje con palos o directamente con las manos en torno de sus carpas.
Socorristas que acudieron a los campamentos detallaron que las personas estaban atemorizadas, mientras otras lloraban al ser arrastradas por remolinos.
El agua arrastró las carpas en las que un grupo israelí había instalado una escuela.
La población aún está recuperándose del terremoto de 7,3 que azotó Puerto Príncipe y zonas aledañas y causó más de 222 mil fallecidos y 1,3 millones de personas sin hogar, de las cuales aún existen familias sin refugio.
Las autoridades han informado que los 1,3 millones de damnificados deben desplazarse antes del comienzo real de la temporada de lluvias en abril.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, dijo a la prensa durante una visita oficial que hizo a Haití el domingo, que las personas en el campo de golf corrían el mayor peligro.
Ban, tras constatar durante su visita la necesidad de dar albergue a más de un millón de haitianos damnificados luego del terremoto del 12 de enero, informó el pasado domingo que el organismo está interesado en construir viviendas seguras en la nación y mejorar la ayuda humanitaria.
Gracias a actualidad.rt y telesurtv
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