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Martes 30 de Agosto de 2011
Efraín Fernández, director de Calidad Ambiental del Gobierno Autónomo del Municipio de La Paz recordó que el botadero de la ciudad fue convertido en relleno sanitario en el 2004 y, que hasta la fecha se continúa dando tratamiento a la mayor parte de los residuos, como los lixiviados y el mismo gas que emana del relleno sanitario.
El objetivo de reutilizar y tratar la mayor parte de los residuos del relleno es que a la larga se le dé una vida útil al terreno convirtiéndolo en área verde o cancha de golf, adelantó Fernández
Uno de los grandes beneficios de la creación del Relleno Sanitario Nuevo Jardín de Alpacoma, es que está generando fuentes de trabajo para personas que recolectan y acopian, principalmente residuos inorgánicos con el objetivo de ser redistribuidos a las empresas que se dedican al reciclaje o conversión de los restos, señaló.
Relleno y botadero
Fernández explicó a GAIA Noticias que en La Paz desde 1991 hasta el 2004 funcionaba el relleno sanitario de Mallasa. A partir de ese año hasta la fecha funciona el nuevo relleno sanitario Nuevo Jardín.
Antes de 1991 el municipio paceño contaba con un botadero que no cumplía con ninguna norma de seguridad ambiental y de salud; el cual fue considerado uno de los más nocivos dentro de las ciudades capitales del país.
El director ambiental explicó que Swiss Contact y el Gobierno Municipal iniciaron un proyecto denominado Ecovecindario para alinear políticas referentes a los residuos sólidos y principalmente para concienciar sobre la clasificación de los mismos.
El objetivo de este proyecto es que los residuos que lleguen al relleno sanitario sean considerados como lo dice su nombre “basura” tomando en cuenta que antes cada residuo debe pasar por selecciones diferentes para dar los usos correspondientes según su característica.
Gente en las basuras
Fernández recordó que antes de 1991, en el pasado botadero la gente pobre, con tal de incrementar de alguna manera sus ingresos económicos se dirigía a este sector recolectando y hasta escarbando basura para intercambiarla o venderla.
“El alto grado de riesgo a la que estas personas se exponían era bastante grande” mencionó Fernández, sin dejar de lado que cada montón de basura podría contener residuos muy tóxicos como agujas, vidrios, sangre, hasta heces fecales.
La falta de áreas acondicionadas y una administración adecuada del lugar acumuló grandes conflictos sociales y hasta municipales, explicó.
Clasificación
Con este proyecto se espera que crezca la cultura del reciclaje en toda la población. El trabajo en las escuelas y colegios del municipio es parte de este programa. Sin embargo Fernández destacó que si bien en los establecimientos educativos se está inculcando métodos de reciclaje y clasificación de residuos; en los hogares no se refuerza esta actitud por lo que el trabajo debería estar dirigido hacia todos los sectores.
Esta clasificación de residuos, la más simple, consiste en seleccionar la basura orgánica e inorgánica. La orgánica se compone de cáscaras, frutas, flores, verduras, etc. La inorgánica son todos los plásticos, papeles, vidrios y pilas; éste último necesita un tratamiento especial por el alto grado de contaminación.
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