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| Riesgo ambiental |
| Efe-Texto en Español |
Martes 22 de Junio de 2011
El picudo rojo, ese insecto parecido al escarabajo que desde 1994 ataca en España a las palmeras, va a tener que enfrentarse contra una nueva fórmula desarrollada para tratar de salvar de la plaga a estos árboles y al paisaje de numerosas ciudades del Levante y el Sur peninsular.El picudo rojo, de origen africano y traído a España a través de la importación de palmeras infectadas, ataca a una veintena de especies de palmáceas y a algunos cocoteros. Tiene una enorme facilidad de reproducción ya que la hembra, que puede poner entre 300 y 400 huevos, es capaz de desplazarse volando cinco kilómetros para hacer las puestas.
La novedad en el tratamiento contra el picudo consiste en hacer una incisión en el tronco de la palmera y colocar una "piqueta", -parecida a la vía que se coloca a un enfermo para suministrarle las medicinas-, por donde se le inyectan los insecticidas directamente a la savia.
Una vez colocada la piqueta no hace falta volver a perforar a la palmera para suministrarle los tratamientos como hasta ahora, ha explicado a Efeverde Alfredo Almeida, ingeniero de la consultora Provefe, de Castellón, que ha desarrollado el sistema.
Desde hace 10 meses se han instalado piquetas en palmeras de los jardines históricos de Sevilla; de Alicante y San Juan, de La Vilavella (Castellón), en Godella y Valencia capital, y en fase de instalación se encuentra las afectadas en Marbella y Archidona (Málaga) así como las de Cartagena (Murcia)
En Cartagena, donde en este año se han tenido que cortar unos 200 ejemplares a consecuencia de la plaga, el ayuntamiento ha contratado este sistema en fase de prueba en el jardín de los Héroes de Cavite, frente al puerto, y lo extenderá al resto del municipio a la vista de los resultados.
Un sistema económico y respetuoso con el medio ambiente.
Con un coste de instalación de entre 20 y 30 euros por palmera y de 10 euros de insecticida al año, ha explicado Alfredo Almeida, el tratamiento está especialmente diseñado para los parques públicos.
Sólo queda a la vista un pequeño tapón, que se coloca para evitar actos no deseados en una zona alta del tronco de la palmera, y no es necesario cerrar el jardín al público en ningún momento porque el insecticida no entra en contacto con el medio ambiente.
La endoterapia es un sistema que se realiza en España desde hace 30 años en tratamiento de palmáceas con gran eficiencia, ha indicado Almeida. Es muy efectivo, presenta "altísimos" niveles de recuperación en los ejemplares afectados y la mayoría de los investigadores lo recomiendan como método curativo.
Según el ingeniero es posible recuperar y evitar la tala a aquellas palmeras que tenga viva la yema, siempre que las actuaciones sean acordes al nivel de daño. Los palmereros especialistas en cirugía cifran en un 20 por ciento las no recuperables, y en el resto hay que actuar con rapidez, eficacia y con métodos integrados.Almeida ha recordado que la tala y destrucción de una palmera muerta supera los 200 euros, además de los costes de reposición.
Pero el coste más elevado es el paisajístico, el ornamental y sobre todo el social, ya que estos ejemplares forman parte del acervo cultural.
¿Te imaginas el Huerto del Cura, de Elche, sin palmeras?, culmina el ingeniero.
El picudo rojo, ese insecto parecido al escarabajo que desde 1994 ataca en España a las palmeras, va a tener que enfrentarse contra una nueva fórmula desarrollada para tratar de salvar de la plaga a estos árboles y al paisaje de numerosas ciudades del Levante y el Sur peninsular.El picudo rojo, de origen africano y traído a España a través de la importación de palmeras infectadas, ataca a una veintena de especies de palmáceas y a algunos cocoteros. Tiene una enorme facilidad de reproducción ya que la hembra, que puede poner entre 300 y 400 huevos, es capaz de desplazarse volando cinco kilómetros para hacer las puestas.
La novedad en el tratamiento contra el picudo consiste en hacer una incisión en el tronco de la palmera y colocar una "piqueta", -parecida a la vía que se coloca a un enfermo para suministrarle las medicinas-, por donde se le inyectan los insecticidas directamente a la savia.
Una vez colocada la piqueta no hace falta volver a perforar a la palmera para suministrarle los tratamientos como hasta ahora, ha explicado a Efeverde Alfredo Almeida, ingeniero de la consultora Provefe, de Castellón, que ha desarrollado el sistema.
Desde hace 10 meses se han instalado piquetas en palmeras de los jardines históricos de Sevilla; de Alicante y San Juan, de La Vilavella (Castellón), en Godella y Valencia capital, y en fase de instalación se encuentra las afectadas en Marbella y Archidona (Málaga) así como las de Cartagena (Murcia)
En Cartagena, donde en este año se han tenido que cortar unos 200 ejemplares a consecuencia de la plaga, el ayuntamiento ha contratado este sistema en fase de prueba en el jardín de los Héroes de Cavite, frente al puerto, y lo extenderá al resto del municipio a la vista de los resultados.
Un sistema económico y respetuoso con el medio ambiente.
Con un coste de instalación de entre 20 y 30 euros por palmera y de 10 euros de insecticida al año, ha explicado Alfredo Almeida, el tratamiento está especialmente diseñado para los parques públicos.
Sólo queda a la vista un pequeño tapón, que se coloca para evitar actos no deseados en una zona alta del tronco de la palmera, y no es necesario cerrar el jardín al público en ningún momento porque el insecticida no entra en contacto con el medio ambiente.
La endoterapia es un sistema que se realiza en España desde hace 30 años en tratamiento de palmáceas con gran eficiencia, ha indicado Almeida. Es muy efectivo, presenta "altísimos" niveles de recuperación en los ejemplares afectados y la mayoría de los investigadores lo recomiendan como método curativo.
Según el ingeniero es posible recuperar y evitar la tala a aquellas palmeras que tenga viva la yema, siempre que las actuaciones sean acordes al nivel de daño. Los palmereros especialistas en cirugía cifran en un 20 por ciento las no recuperables, y en el resto hay que actuar con rapidez, eficacia y con métodos integrados.Almeida ha recordado que la tala y destrucción de una palmera muerta supera los 200 euros, además de los costes de reposición.
Pero el coste más elevado es el paisajístico, el ornamental y sobre todo el social, ya que estos ejemplares forman parte del acervo cultural.
¿Te imaginas el Huerto del Cura, de Elche, sin palmeras?, culmina el ingeniero.
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