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Brasil,La lucha por el agua a creció 93,3%

Continente de America(Sur)
Brasil
Realidad
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Jueves 21 de Abril de 2011
José María Filho fue el líder más grande de Plateau social de la región Apodi, el interior de Ceará. Estuvo presente en las protestas sociales denunciando las violaciónes de los derechos humanos y especialmente la contaminación del agua por el uso de agroquímicos en la región. Debido a esto es que Thomas Joe Sixpack, como era conocido, fue asesinado con 19 tiros en Limón del Norte, mientras caminaba a casa en la Comunidad de Tomás, el 21 de abril de 2010.
Los conflictos por el agua, como este, y cientos de otros casos de conflictos por la tierra y la minería, por ejemplo, se registran en el informe "Conflictos en el Brasil Campo 2010", ha lanzado hoy (19) por la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) en Brasilia (DF). Durante años, la organización lleva a cabo la asignación de campos amplios de los conflictos en el país.
Según el informe, los conflictos relacionados con el agua fueron las que más llaman la atención entre los casos analizados, ya que aumentó 93,3% respecto al año anterior. En 2010, los conflictos sobre el agua ascendió a 87 apariciones en Brasil, involucrando a 197.210 personas, incluyendo dos muertes.
El mapeo de la CPT también revela que el número de homicidios aumentó de 26 en 2009 a 34 en 2010, registrando un aumento del 30%. El estudio también tomó nota de la 'vuelta', después de más de 30 años, el papel de los colonos en la lucha por la tierra. El número total de conflictos asignada por el CPT en 2010 es 1.186 casos de más de 559 000 personas y dejó un saldo de 34 muertos. En los conflictos laborales, el CPT destacó el índice de la mano de obra esclava, que sigue siendo el hogar de los 200 acontecimientos, a pesar de los esfuerzos de los equipos de aplicación y grupos de rescate.
El informe muestra que los conflictos de la tierra casi se han duplicado del año pasado en comparación con 2001, cuando se registraron 366 incidentes. En 2010, ese número aumentó a 638 casos. En este mismo período, el número de homicidios se sitúa en un promedio de 32, con la excepción de 2003 cuando se registraron 71 asesinatos por conflictos de tierras. Este año, más de 350 000 personas han participado en conflictos de más de 13.312 hectáreas de tierra, según el estudio.
En el análisis de la violencia contra la ocupación y propiedad de la tierra, el informe del CPT muestra que la región norte del país sigue siendo la mayoría de los casos de delincuencia violenta presentar 6.849 hombres armados, seguida por el Nordeste con 2.557 casos. El estado de Pará aún se concentra la gran mayoría de los casos de bandolerismo, con 5.526 apariciones.
Entre las comunidades más afectadas por el conflicto en 2010, son los cimarrones con 79 conflictos. En general, según el informe, 8.067 familias fueron desalojadas de sus tierras en 2010, mientras que 1.216 se vieron obligados a abandonar sus hogares durante el conflicto.
En conflictos que afectan a la minería, el estudio destaca que actualmente hay alrededor de 8.000 zonas productoras de minerales en Brasil, y que este número debería aumentar con el nuevo marco jurídico de la minería. Parauapebas, Pará, es el lugar de la más intensa exploración de mineral de hierro en el mundo. Alrededor de la mina de Carajás (PA), muchas comunidades rurales están siendo desalojados de sus hogares debido a duplicar el sistema funciona por las minas del ferrocarril-puerto Vale SA
Según el estudio, las licencias ambientales se han convertido en el cuello de botella en la construcción de grandes proyectos económicos. Belo Monte es el mayor símbolo en Brasil y en todo el mundo, la competencia entre los modelos de desarrollo y defensa de la vida de las comunidades locales. Dadas estas realidades, el reverendo Darío Bossi, que escribe sobre la minería en el informe, dijo que los asentamientos, los asentamientos, las comunidades y pueblos tradicionales son pisoteados para garantizar las ganancias de las empresas mineras, convirtiéndose así en rehenes de la riqueza de su propia tierra " .
William Zagallo también comenta que "los impactos sociales y ambientales terminan convirtiéndose en mero detalle, un apéndice sin importancia", durante la lucha por los recursos naturales. "Las ganancias son privadas, pero los impactos son públicos", dice el texto.
Para leer el informe completo, visite:

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