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Domingo 27 de marzo de 2011
Un 75% de cartón y un 25% de plástico, con una huella de carbono cinco veces menor a la de un envase de vidrio, son los argumentos medioambientales del nuevo sistema de embalaje "bag-in-box".
Líquidos como vino, licores o aceites, o incluso detergentes y productos cosméticos, son algunos de los productos que se pueden comercializar en estos nuevos embalajes, desarrollados por la empresa hispano-portuguesa Smurfit Kappa.
El director de Marketing e Innovación de es empresa, José Fariñas, ha explicado que los nuevos embalajes, de uso único, sirven para conservar también productos alimentarios durante varios meses.
El "bag-in-box" está compuesto por un grifo hermético, situado en la parte inferior, y una bolsa, inserta a su vez en una caja de cartón ondulado, en la que se puede imprimir la información del producto.
Según sus promotores, este embalaje es especialmente útil para los productos que son sensibles a la oxidación por el oxígeno. El vino por ejemplo, ha señalado Fariñas, es un producto que en botella se oxida en 2 o 3 días tras la apertura, mientras que este embalaje se mantendría en perfectas condiciones durante un periodo de unas 8 semanas.
Para los interesados en esta nueva embalaje, José Fariñas explica que, debido a su composición (fundamentalmente cartón) se puede depositar la bolsa vacía en el contenedor correspondiente para proceder a su reciclado o incineración con recuperación energética.
El director de Marketing e Innovación explica que tienen como objetivos crear varias líneas de producción para responder a la creciente demanda de productos con bajo impacto ecológico.
Efe
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