Ecuador,Al Gore en Quito

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Ecuador

Al Gore

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Viernes 18 de maroz de 2011
A las 17:43 entró el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, al salón Alfredo Baquerizo, y los casi 700 espectadores guardaron silencio. Centenares de auriculares de traducción simultánea se activaron apenas comenzó a hablar.

Fue el evento central de la Cumbre Internacional del Medio Ambiente (CIMA), realizada en el Centro de Convenciones Simón Bolívar de Guayaquil, que duró cuatro días y finalizó ayer.

Cada participante pagó USD 212,80 para escuchar la exposición. En la parte trasera del salón, apiñados, los fotógrafos y camarógrafos aprovecharon los 10 minutos que tenían para capturar el mejor ángulo del ambientalista.

Con su cátedra contra la contaminación, Gore recorre el mundo. El miércoles visitó Costa Rica, ayer recibió las llaves de Guayaquil de manos del alcalde Jaime Nebot y hoy estará en Colombia.

Durante su intervención, una luz media iluminaba su blanco rostro. Se movía por el escenario con soltura, como si lo hubiese practicado antes. Ayer no fue la primera vez que visitaba Ecuador. La empresa Maruri también lo contrató cuando solo registraba en sus méritos el haber sido vicepresidente de Bill Clinton.

Después de esa visita publicó el libro ‘Una verdad incómoda’, que fue ‘best-seller’. En el 2007 estrenó el documental del mismo nombre y que la Academia premió como Mejor largometraje documental y Mejor canción original.

Esta vez el título de su exposición fue Pensando Verde, estrategia económica para el siglo XXI. Su argumento principal fue que el Gobierno y la empresa privada deben trabajar en conjunto para contrarrestar la contaminación y recomendó que se cobre un valor a los emisores de dióxido de carbono. “El CO2 es invisible, hay que poner precio a la destrucción del medioambiente”, dijo.

Después de la exposición, Al Gore concedió citas privadas, cuya entrada costó USD 300.

En el parqueadero resaltaban siete autos híbridos Toyota. La mayoría de los carros de los asistentes a la charla magistral y a la cena con Al Gore eran de alto cilindraje y con motor de gasolina.

Durante la visita, Al Gore se reunió con el vicepresidente Lenín Moreno, a quien dijo que el proyecto Yasuní ITT “es una idea brillante, creativa y que se compromete en investigar más a fondo la propuesta ambientalista”.

Moreno le comentó que la iniciativa ha recibido apoyo de los gobiernos de Alemania, España, Italia y Francia, en Europa; de países de Oriente Medio, de Rusia y de varios estados de América.
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