Francia |
Fb |
Dale kick en observa,y lee la informacion
Domingo 20 de febrero de 2011:
El último Cousteau, Piere-Yves, hijo menor del oceanógrafo francés Jacques Cousteau, está decidido a suceder el apasionado trabajo de su padre en defensa de los mares con un ambicioso proyecto con el que pretende crear una red de buzos comprometidos que informen a tiempo real del estado de salud de los océanos.En las distancias cortas, Pierre-Ives Cousteu es un joven altísimo, humilde y tremendamente enérgico y vital que hace un año, en la isla griega de Santorini y mientras practicaba lo confiesa que más le gusta en el mundo -"¡bucear!"-, decidió abandonar su carrera de bioquímico y experto en ciencias del espacio en una agencia internacional para seguir la senda de su padre.
Y es que, aunque el menor de los cuatro hijos del célebre explorador, fruto de su segundo matrimonio con Francine Triplet, apenas vivió 16 años con padre, a sus 29 años contagia idéntica pasión y entusiasmo al hablar de los mares y de la necesidad de protegerlos a la que nos transmitió el "Capitán Planeta".
De cómo era Jacques Cousteau como padre, de la "fórmula de la felicidad" que le enseñó y de sus proyectos para perpetuar su legado nos ha hablado el Cousteau del siglo XXI en una entrevista con que ha tenido lugar en Mónaco, durante el II Congreso de Áreas Marinas Protegidas, en el que Pierre-Yves ha estrenado su primer documental como explorador de National Geographic, "Los Secretos del Mediterráneo".
Pregunta.- Acaba de lanzar el Programa Buceadores Cousteau, ¿En qué consiste?
R.- En crear una red mundial de buceadores comprometidos en todo el mundo, para lograr que sean actores activos en la mejora del conocimiento de los océanos. En definitiva, en involucrar a los buceadores en el estudio y la protección de la vida marina.
P.- ¿Y cómo pretende conseguirlo?
R.- De dos formas. Hemos elaborado un modelo de ficha para que los buceadores que quieran sumarse a la iniciativa anoten sus observaciones, indicando la zona donde han hecho la inmersión, las especies que han visto, el número de ejemplares, las especies invasoras que encuentran... Después tienen que subir esa ficha a nuestra página web. Con la información y las fotos que nos manden podremos ir viendo a tiempo real cómo va evolucionando la salud los océanos, y si detectamos un problema de degradación podremos establecer una alerta, enviar una expedición científica para identificarlo y, posteriormente, proponer soluciones a los Gobiernos y actores locales.
P.- ¿Y la otra?
R.- Vamos a crear también una especie de 'facebook' de buceadores, donde los buzos o los aficionados al mar puedan tener un perfil en el que compartan información y fotos con otros buceadores. Esa información la iremos subiendo a un mapa del mundo, de modo que si tú quieres ver lo que hay debajo del mar en Indonesia, haces un click y ves las fotos y videos que los buceadores han colgado del tema.
P.- Este programa, ¿Se desarrolla en el marco de la Sociedad Cousteau, que creo su padre en 1973 y que hoy dirige su madre Francine Triplet (segunda esposa de Jacques Cousteau)?
R.- Si, yo trabajo para la sociedad, y de ella vamos a tomar fondos documentales del trabajo que mi padre y su equipo hicieron durante más de 60 años en más de 130 países, para que la gente vea la diferencia entre cómo estaban las cosas entonces y cómo están ahora.
P.- ¿Cuáles son los objetivos de esa sociedad, a parte de gestionar el legado de su padre?
R.- Fundamentalmente la educación y la sensibilizacion ambiental. Tenemos un programa de educación ambiental en 18 universidades del mundo con el apoyo de la UNESCO -Cátedra Unesco-Cousteau-, y también programas locales de desarrollo sostenible en países como Sudán, México o Rumanía.
P.- Pero usted estudió bioquímica y ciencias del espacio y trabajaba para agencias espaciales internacionales, ¿Qué le hizo cambiar de vocación?
R.- Yo empecé a bucear con mi padre cuando tenía 9 años, pero en realidad nunca me saqué el título buceo. Y cada vez que en iba a un club de buceo para obtenerlo y daba mi nombre, los instructores me decía, ¡adelante! no te preocupes por el título, vente a bucear y... nunca me pedían nada más (risas).
Hace un año, durante mis vacaciones, decidí ir a bucear y sacarme por fin el carné, y, más tarde, el título de instructor de buceo. Y ahí fue cuando me dije a mi mismo 'Pierre te apasiona bucear, es lo que más te gusta en la vida, y tu apellido es Cousteau, quizá puedas hacer algo uniendo las dos cosas'. Así nació la idea del Programa Buceadores Cousteau.
P.- ¿En qué lugar estaba buceando cuando tomó esa decisión y decidió cambiar de vocación?
R.- En la isla griega de Santorini.
P.- Un año después, coincidiendo con el centenario del nacimiento de su padre, se ha embarcado en el proyecto de recorrer las profundidades del Mediterráneo que él nos mostró hace 60 años. ¿Cuáles son las principales diferencias que ha encontrado entre el Mediterráneo de los documentales de su padre y el que ha grabado usted?
R.- Que se ha degradado muchísimo. En cualquier sitio que bucees del Mediterráneo encontrarás pocos restos de lo que grabó mi padre. Sólo aquellas zonas que llevan protegidas entre 10 y 20 años se parecen en algo a lo que grabó mi padre, lo cual viene a decirnos que las áreas marinas protegidas funcionan. Cuando buceaba en esas zonas sentía unas ganas tremendas de decirle ¡gracias! a los visionarios que hace años decidieron protegerlas para que las generaciones venideras podamos disfrutar de este increíble espectáculo marino.
P.- ¿Piensa que la creación de áreas marinas protegidas es la solución para salvar el Mediterráneo?
R.- Al menos son parte de la solución, no toda la solución, pero una parte muy importante. También hay que frenar la contaminación, conseguir que el agua que llegue al mar esté limpia, cuidar los ríos, frenar la sobrepesca y controlar el urbanismo ilegal en la costa.
P.- ¿En qué lugares de los que ha recorrido en esta expedición ha reconocido el Mediterráneo del que le habló su padre?
R.- En Cabrera, Baleares.
P.- ¿No le pesa el apellido y el saber que haga lo que haga siempre será conocido como el "hijo de"?
R.- Para nada, para es mi un honor tremendo porque soy el fan más apasionado de mi padre. Admiro profundamente todo su trabajo, me parece que hizo cosas increíbles y que merece que haya alguien hablando en su nombre y continúe su filosofía y su trabajo, así que no es un peso sino un orgullo ser "el hijo de Cousteau". No obstante, quiero dejar claro que si sigo la senda de mi padre es porque este trabajo es lo que más me gusta en el mundo y me lo paso muy bien haciéndolo.
P.- Todo el mundo sabe más o menos como era Jacques Cousteau en su faceta profesional y pública, pero ¿Cómo era como padre?
R.- Muy tranquilo, que no se alteraba por nada y... también muy divertido, estaba todo el día bromeando conmigo, diciéndome cosas para picarme, para hacerme reír. A mi padre le estoy tremendamente agradecido por la educación que nos dio a mi y a mi hermana (Diane Cousteau).
P.- ¿Cuál es el momento que más recuerda de él?
R.- Uno de los recuerdos bonitos que siempre me viene a la mente es un día que mi padre me llevó al campo siendo yo muy pequeño y construimos un cohete con un mecanismo de ignición y lo lanzamos con una pequeña cámara de fotos y una especie de paracaídas. Y... buf.. el cohete salió disparado hasta muy arriba, cuando se dio la vuelta para caer la cámara tomó una foto desde arriba de la tierra y cayó en el paracaídas. Cuando recogimos el paracaidas ahí estaba nuestra cámara y la foto de la tierra.
P.- De los consejos que le dio su padre en los 16 años que vivieron juntos, ¿Cuál es el que más tiene presente en su vida cotidiana?
R.- Mi padre siempre me insistía en que lo más importante en la vida es que uno sea sincero consigo mismo, que una haga caso siempre a lo que le diga su corazón, que siga el camino que más le guste y le divierta, porque ese es el única camino para ser feliz. Toda la vida de mi padre ilustra ese consejo: escucha a tu corazón y trata de hacer realidad tus sueños.
P.- Su padre nos transmitió una serie de enseñanzas que han marcado un hito en la defensa del medio ambiente, ¿Cual cree que debemos de tener hoy más presente que nunca?
R.- La filosofía de mi padre se puede resumir en una frase: actuar aplicando el sentido común. Ese sentido común nos dice que es nuestra responsabilidad dejar a las generaciones futuras un planeta limpio. Y necesitamos tener en cuenta ese principio en nuestras acciones cotidianas.
P.- El mundo ha cambiado mucho desde que murió su padre hace 14 años, ¿Cuál piensa que sería la principal batalla ambiental que daría hoy si todavía estuviera vivo?
R.- Mi padre estaría muy preocupado por ausencia real de democracia en el mundo. Los gobiernos son esclavos de las grandes multinacionales, y los políticos no representan los intereses de la gente sino el de las empresas.
P.- El barco de su padre, el famoso Calypso, recorrió los océanos desde sus aguas más cálidas en los trópicos hasta los gélidos casquetes polares de la Antártida, ¿Qué ha sido de él hoy?
R.- Cuando naufragó en 1995 en un estúpido accidente en Singapur fue llevado a un puerto de Bretaña, en Francia. La Sociedad Cousteau lo está arreglando pero estamos buscando patrocinadores porque todavía no tenemos el dinero suficiente para concluir la reparación. Nuestro objetivo es utilizarlo como museo, para actividades de educación ambiental, y también para expediciones concretas y de carácter simbólico, no de la magnitud de las que lo hizo mi padre.
P.- ¿En qué momento está la batalla legal familiar con su hermano mayor y sus sobrinos -del primer matrimonio de Jacques Cousteau- por el uso del nombre de su padre?
R.- Los tribunales han fallado que sólo la Sociedad Cousteau -que dirige su madre por expreso deseo de su padre-, que él creo para continuar su trabajo tiene derecho a hacer uso de la marca Cousteau. Toda la propiedad intelectual y los derechos legales para usar el nombre Cousteau como marca es de esta sociedad. Es la única con derecho legal a representar a mi padre y su legado.
P.- ¿No cree que la batalla legal que han mantenido las dos ramas de la familia -fruto de los dos matrimonios del oceanógrafo- por la utilización del apellido familiar han podido dañar la credibilidad de su padre?
R.- Bueno, en todas las familias hay problemas y líos, y, efectivamente, creo que estas disputas familiares han podido crear cierta confusión, y eso ha podido ser negativo, porque la filosofía de mi padre no ha sido seguida por otras personas que han usado su parentesco para conseguir cosas.
P.- ¿Qué le parecen los trabajos que está desarrollando su hermano mayor y sus sobrinos de la primera familia de su padre, en otras ONG?
R.- Que mientras más gente haya trabajando por el medio ambiente y haciendo proyectos en ese sentido, mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar adecuadamente al respecto de los temas que te esten dando!