España |
Navidad-Regalos |
Dale kick en observa,y lee la informacion
Tal vez no sea una tradición española pero no se puede negar que poner un árbol de navidad en casa se ha convertido en una costumbre muy extendida que deja, tras las fiestas, casi dos millones de abetos a los que les costará mucho sobrevivir y adaptarse a un nuevo clima.
Desde viveros de Navarra y Girona, principalmente, miles de estos abetos son arrancados del suelo cada año y trasplantados a una maceta en el mes de noviembre, en espera de ser trasladados a las grandes ciudades donde se venden como ornamento navideño.
Después, cuando las fiestas llegan a su fin y comienza la dura cuesta de enero, el árbol pierde su sentido en las casas y la mayoría son recogidos por los ayuntamientos para una supuesta replantación que pocas veces se produce.
Tras estar preparados para afrontar un invierno frío y húmedo en la zona norte de España, los árboles pasan un mes dentro de las casas, con un clima primaveral, sin luz, sin humedad y cerca, por lo general, de la calefacción, un tratamiento de choque que los afecta "enormemente" y les deja "muy dañados".
"Lo que se recupera normalmente es un árbol casi muerto", añade a Efeverde el conservador de plantas del Real Jardín Botánico de Madrid, Mariano Sánchez García, para quien lo "ideal" sería no utilizar árboles como adorno en estas fechas.
La Pícea abias, más conocida como abeto rojo, es una planta propia de zonas del norte de Europa que fue introducida en la península ibérica en la zona de los pirineos y en algunas áreas de la sierra de Guadarrama.
No sería un problema plantar más abetos en estas zonas, cuenta Sánchez, pero esta medida tiene un límite de espacio a corto plazo, ya que si sólo entre los madrileños se pusiera de moda comprar un árbol "¿dónde pueden replantarse 50.000 abetos recuperados cada año?".
La opción escogida por la mayoría de los ayuntamientos es recuperar los árboles, dejarlos durante un período de aclimatación en los viveros municipales y, los que sobreviven, replantarlos en los parques y jardines.
A juicio de Mariano Sánchez, llenar los parques de coníferas -especie a la que pertenecen los abetos y que no pierden la hoja durante el invierno- implica, en territorios con inviernos fríos, crear lugares en los que pasear ya no sea "agradable" porque las copas de los árboles impiden que el sol llegue al suelo.
"Esos abetos nunca serán plantas naturalizadas en regiones a las que no pertenecen", señala.
Los árboles naturales son más ecológicos
Desde el Colegio de Ingenieros de Montes llevan años, sin embargo, apostando porque la gente compre en Navidad árboles naturales cultivados en vivero y no uno artificial.
"Asumimos que se va a seguir adornando con un árbol y, para quienes lo hagan, la opción del árbol natural es mucho más ecológica", asegura el director técnico de esta institución, Jesús González.
González defiende que, durante sus cinco o seis años de crecimiento en los viveros, los árboles fijan CO2 y después, si se han tomado unas precauciones "mínimas" durante las Navidades, pueden replantarse en las zonas verdes municipales o, si no sobreviven, ser triturados para hacer abono.
"El árbol natural es 100 por ciento reciclable y mucho menos dañino para el medio ambiente que los de plástico", concluye.
Los grupos ecologistas son los más reacios a este planteamiento y defienden la búsqueda de alternativas ornamentales que no conduzcan a tener que elegir entre árbol natural o artificial.
Desde Ecologistas en Acción enmarcan la compra de árboles dentro del despilfarro "enloquecedor" de estas fechas y piden que se haga un esfuerzo para reconvertir el cultivo de árboles de navidad en un cultivo de coníferas autóctonas, con más posibilidades de sobrevivir y con mejor adaptación posterior al clima mediterráneo.
"La sabina de cartagena, el tejo o el durillo son especies autóctonas que pueden desempeñar la misma función y tienen una capacidad de supervivencia y adaptación mucho mayores", explica el portavoz de esta organización ecologista, Luciano Labajos, para quien la elección del consumidor es fundamental.
Opciones: árboles de papel, de materiales reciclables o comprar ramas y no el árbol entero, una tendencia que se ha extendido por algunos países europeos con la que, quizá, se salven más del cinco por ciento de los árboles usados, porcentaje que, según Labajos, raras veces se supera en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar adecuadamente al respecto de los temas que te esten dando!