Costa rica,artes animales por asesinatos

Costa rica,artes animales por asesinatos

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Gatos tomando el lugar de "Las Meninas", de Velázquez, una Infanta Margarita con cabeza de elefante o focas asesinadas como las víctimas de "Los Fusilamientos del 3 de mayo", de Goya, son las escenas que llenarán hasta el 23 de octubre las salas del Museo Calderón Guardia de Costa Rica.

Con la exposición titulada "Animalística en parodias", el pintor costarricense Francisco Munguía se propuso celebrar la Semana Mundial de los Animales para llamar la atención sobre el maltrato que el ser humano infringe a estas criaturas.

El artista tomó algunas de las más grandes obras del arte universal y colocó, a modo de impostores protagonistas, a personajes animales en lugar de los hombres y mujeres inmortalizados por maestros como Dalí, Velázquez, Goya, El Greco, Puvis de Chavannes, Rembrant, Klimt, Caravaggio, Munch, Rubens y Monet.

Con una técnica de acrílico sobre tela y marcadas texturas, Munguía denuncia a lo largo de 67 cuadros los comportamientos reprochables que el ser humano tiene hacia los animales y también hacia el ambiente.

Aunque la parodia es el medio a través del cual el artista se expresa, logra transportar al visitante de la sonrisa a la reflexión a través de sus trazos fuertes, caricaturizados y de vivos colores.

En las obras de Munguía, una ballena clavada a un arpón y con múltiples heridas toma el lugar de San Sebastián, en el famoso cuadro de Mantegna, a la vez que un tiburón con las aletas cortadas reemplaza a "La gran odalisca", de Ingres.

Al otro lado de la sala, un mono suelta un desgarrador aullido silencioso a causa de la deforestación del bosque que era su hogar, en una mueca similar al de la famosa figura de Munch, "El Grito".

Además, pingüinos, focas y osos polares se derriten bajo el sol por el calentamiento global en una triste parodia de "La persistencia del tiempo", de Dalí.

Munguía toma obras de todo tipo, incluso de corte social, para recordarle al público que el ser humano no es el único que sufre en el planeta. En su pincel, los "Dos niños pobres", de Bartolomé Murillo, se convierten en gatos callejeros que hurgan en la basura en busca de comida debido a que la castración no es un hábito arraigado en Costa Rica.

La encargada de relaciones públicas del museo, Lizeth López, explicó a Efe que Munguía siempre ha tenido una inclinación por la defensa de los derechos animales, pues junto a su esposa es un activista en esta causa.

Munguía tiene en su casa 23 perros rescatados, muchos de ellos con discapacidades producto de los maltratos a los que fueron sometidos. De hecho, sus mascotas son protagonistas de muchas de sus obras.

El artista aborda en esta exposición temas como el tráfico de especies silvestres, la utilización de pieles, el aleteo de tiburones (práctica en la que se cortan las aletas que se utilizan en la cocina y se arroja el cuerpo al mar), la caza de ballenas, la contaminación ambiental, la experimentación con animales, la cacería furtiva y muchos otros más.

Aunque la mayoría de los cuadros están basados en obras clásicas sobresalen dos pinturas emblema de la cultura pop: cuatro perros que han sido atropellados y, por lo tanto, están vendados o con muletas, cruzan una famosa calle londinense como lo hicieran los Beatles en la inmortal fotografía de su álbum "Abbey Road".

Mientras, las guapas bailarinas del Moulin Rouge ceden su espacio a gallos que piden detener las peleas de animales en un cartel de 1891.

Durante la exposición, el público tendrá la oportunidad de apoyar, mediante firmas, la Declaración Universal sobre el Bienestar Animal, que promueve la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, por su sigla en inglés) para que sea adoptada por las Naciones Unidas.

La Declaración es un acuerdo entre las personas y las naciones para reconocer que los animales sienten y pueden sufrir, que sus necesidades de bienestar deben ser respetadas y que la crueldad animal debe ser erradicada.
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