Chile, los trabajadores atrapados no se pudieron rescatar

Chile, los trabajadores atrapados no se pudieron rescatar

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Al cumplirse dos semanas desde el derrumbe que dejó a 33 trabajadores atrapados en una mina de oro y cobre en el norte de Chile, el mecanismo de ingeniería que más se acercaba a contactarlos y entregarles provisiones básicas no llegó a destino, disminuyendo con ello las posibilidades de supervivencia.

La desazón fue total en las afueras del yacimiento San José, ubicado en las cercanías de Copiapó a unos 800 kilómetros al norte de Santiago, al confirmarse que la sonda de aire reverso superó los 700 metros de profundidad, pero no dio con los obreros.

"Lamentablemente la sonda más avanzada no hizo contacto con los mineros atrapados, pero hay ocho sondas más que siguen avanzando", informó en Santiago el presidente Sebastián Piñera, quien insistió en que "seguiremos haciendo lo humanamente posible".

El ministro de Minería, Laurence Golborne, entregó en el terreno los detalles del nuevo revés y admitió que fue un duro golpe para los familiares de los mineros, que han permanecido en el lugar desde que el 5 de agosto a eso de las 14:00 horas (18:00 GMT) se derrumbó el acceso al yacimiento.

"Hay frustración, hay rabia, hay en ciertas personas también algo de desesperanza porque la situación no es fácil. Pero hay otros que tienen mucha fuerza y la gente sabe que estamos haciendo aquí el máximo esfuerzo posible. Mientras exista la más mínima esperanza, vamos a continuar trabajando", expresó.

Panorama desolador

La esperanza de supervivencia se basa en que los mineros hayan alcanzado el interior de un refugio que debería contar con los elementos básicos y los familiares mantienen la fe pese a que el escenario es cada vez más pesimista.

"Estamos esperanzados, y nosotros vamos a seguir acá en pie esperando a nuestras familias. Todas las personas que quieran ayudar, mineros que conozcan la mina, mineros que puedan saber dónde hay una entrada, están todas las posibilidades abiertas", expresó María Segovia, quien espera por su hermano Darío.

En condiciones normales un ser humano puede sobrevivir hasta tres días sin ingerir líquido y unos tres meses sin comer, pero la situación en las profundidades de la mina es distinta

Así lo explicó a el fisiatra Claus Behn, del departamento de Medicina de la Universidad de Chile.

"Si no han tenido aire entonces no hay esperanza de que sobrevivan. Si no han tenido líquido en los 14 días tampoco hay esperanzas. Si tienen aire y líquido, no obstante de ser muy desesperada la situación, pueden prescindir por largas semanas de toda ingesta", planteó.

El profesional enfatizó que es necesario mantener las tareas de rescate "aun para rescatar los cuerpos en el peor de los casos", recalcando que siempre se pueden dar casos excepcionales de supervivencia.

"El panorama es desolador, pero puede haber siempre situaciones casi milagrosas. Si realmente hay aire y realmente encuentran un goteo de agua en alguna parte, entonces la cosa puede que no sea imposible. Es una condición desesperada y desastrosa, pero hay que mantener una luz de esperanza", expresó.

Reproches y espera

Tanto el ministro Golbourne como el experto a cargo de las labores, Andrés Sougarret, coincidieron en que la mala calidad de la información entregada por los responsables de la mina es la causante de no haber hecho contacto con los mineros

"Tenemos una imprecisión en la topografía", manifestó el ingeniero, subrayando que "con mala información la verdad es que es difícil tomar una decisión precisa, y yo tengo la información solamente que me ha entregado la empresa y no tengo más".

El titular de Minería negó que se trate de un fracaso, y destacó el avance de lograr "por primera vez llegar al nivel de 750 metros, con lo cual tenemos una información empírica de que la tecnología que los ingenieros nos han provisto es capaz de llegar a esa distancia".

Lo que aparecía como un día decisivo no fue tal, pero tanto los familiares como las autoridades insisten en que seguirán haciendo todos los esfuerzos para dar con los mineros.

Actualmente hay otras ocho sondas que intentan dar con el paradero de los 33 trabajadores, con un avance entre los 530 y los 400 metros de profundidad. Paralelamente se analizan las opciones para reanudar las labores de rescate, aunque no hay claridad respecto de cómo y cuándo podrían comenzar.

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