El Solar Impulse, con motores que funcionan exclusivamente con energía solar, inició el miércoles por la mañana su primer vuelo de 24 horas, informaron autoridades aeronáuticas de Suiza.
El aparato futurístico pilotado por uno de sus diseñadores, André Borschberg, despegó de un aeródromo militar cerca de la ciudad de Payerne en el cantón Vaud, Suiza, a las 6:51 hora local (4:51 GMT).
Dentro de 13 horas de vuelo el centro de control deberá decidir si el avión es capaz de llevar a cabo la parte nocturna del programa, teniendo en cuenta la cantidad de energía acumulada en las baterías durante el día, así como las condiciones meteorológicas.
El anterior intento de realizar un vuelo de 25 horas del Solar Impulse fue aplazado hace una semana debido a un fallo del sistema de telemetría. El 7 de abril fue realizada la primera exitosa prueba del vehículo, el aparato permaneció en el aire unos 75 minutos y se elevó a una altura de más de mil metros.
El Solar Impulse es un avión cuyos motores funcionan exclusivamente gracias a la energía solar. Los creadores de este aparato de vanguardia tenían como objetivo el construir la primera aeronave que pudiera funcionar de día y de noche sin utilizar combustible y sin contaminar el medioambiente.
El Solar Impulse tiene una envergadura de alas de 63,4 metros (сasi como la del Boeing 747) y su peso es solo de 1,6 toneladas. Sus alas llevan unos 12 mil elementos fotovoltaicos que proveen de energía solar a los cuatro motores eléctricos con una potencia de 9,86 HP. La aeronave es capaz de elevarse hasta 9.500 metros y desarrollar una velocidad máxima de crucero de 70 km/h.Tras unos seis años de trabajo fue presentado por primera vez al público a finales de julio de 2009. A principios de diciembre de ese mismo año ya se mantenía en el aire a una altura de un metro, desplazándose una distancia de cerca de 400 metros.
Sus creadores piensan enviarlo en 2011 en un vuelo alrededor del mundo dividido en cinco etapas, con escalas en cada continente para la promoción del proyecto.
El director del proyecto Solar Impulse es el psiquiatra Bertrand Piccard, famoso aeronauta suizo que en 1999 completó la primera circunvalación al mundo en globo aerostático sin escalas. Es además presidente de la fundación humanitaria Winds of Hope y Embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas.
El comité patrocinador del proyecto está formado por el astronauta Buzz Aldrin, integrante del primer vuelo a la Luna; el fotógrafo ecologista Yann Arthus-Bertrand; el escritor brasileño Paulo Coelho; el premio Nobel de la paz, Al Gore; el nieto del primer piloto en cruzar el océano atlántico, Erik R. Lindbergh; el bisnieto del famoso escritor visionario francés Julio Verne, Jean Verne; y el superviviente del Holocausto, defensor de derechos humanos y Premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, entre otros.
Para la realización de este proyecto fueron destinados 40 millones de euros. Entre las entidades patrocinadoras se encuentran la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza); la compañía constructora de aviones Dassault Aviation; el grupo Altran, especializado en consultoría en el ámbito de las altas tecnologías; y la Administración Espacial Europea.
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Un avión experimental que hace uso del Sol para impulsarse está llevando a cabo su vuelo de prueba de 24 horas.
El objetivo es observar si la aeronave puede volar en la oscuridad utilizando células fotovoltaicas en las alas que generen suficiente energía para mantenerse en el aire un día entero.
El avión HB-SIA, que despegó de Payerne, en el occidente de Suiza, tiene el mismo peso de un automóvil familiar (1.600 kilos), pero su envergadura es similar a la de un avión Airbus (63 metros).
Se esperaba inicialmente que el vuelo de prueba se llevara a cabo la semana pasada, pero fue postergado debido a un problema técnico.
Durante todo el día, el piloto Andre Borschberg llevará lentamente el avión a una altitud de 8.500 metros, lo que al mismo tiempo irá recargando las baterías en preparación para el viaje nocturno.
Cuando los rayos del sol ya no sean suficientemente fuertes para abstecer de energía a las células fotovoltaicas, unas dos horas antes del atardecer, el HIB-SIA comenzará un paulatino descenso hasta aclanzar una altitud de 1.500 metros.
Y entonces el equipo tomará la decisión de si el avión puede volar durante la noche usando la energía solar almacenada en sus baterías.
"Si esta misión es exitosa, será el vuelo más largo y de mayor altura realizado por una aeronave solar", dice un comunicado del proyecto Solar Impulse.
Futuro solar
El HB-SIA, que cuenta con 12.000 células fotovoltaicas, es el último avance de Solar Impulse, que dirige el propio Borschberg junto con Bertrand Piccard, su socio en los negocios y compañero de aventuras.
Un avión robótico logró ya llevar a cabo este tipo de hazaña, pero ésta es la primera vez que se intenta con una nave tripulada.
En 1999, Piccard logró completar la primer vuelta al mundo sin escalas a bordo de un globo.
Ahora, ambos desean probar que la energía solar tiene un uso práctico en el porvenir de la aviación y, en general, en el futuro energético de la sociedad.
La nave cuenta con materiales especiales para poder mantener su peso extremadamente ligero y emplea células fotovoltaicas, baterías, motores y propulsores supereficientes para que pueda permanecer en el aire.
El vehículo fue presentado el año pasado y desde entonces ha sido sometido a vuelos de prueba diurnos. El primero de un día entero de duración fue completado el 7 de abril.
El HIB-SIA será reemplazado por el HIB-SIB. Es probable que éste sea más grande y que incorpore una cápsula presurizada y mejor tecnología electrónica.
El equipo planea utilizar esta nave dentro de dos años para realizar el primer vuelo trasatlántico en un avión solar y posteriormente, en 2013, se intentará una empresa más osada: dar la vuelta al mundo en esta aeronave.


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