España,corcho de los alcornoques y el problema de desaparecer

España,corcho de los alcornoques y el problema de desaparecer

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El corcho es el principal recurso económico de los bosques españoles de alcornoques. Si la explotación corchera desaparece el alcornocal también, perdiéndose un ecosistema de gran biodiversidad.

Para la coordinadora del Programa Bosques de WWF, Elena Domínguez, "estos bosques alcanzan niveles de hasta 135 especies de plantas por 0,1 hectáreas, aparte de cobijar especies amenazadas como el águila imperial, la cigüeña negra o la gineta".

Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, los alcornocales se extienden por aproximadamente tres millones de hectáreas distribuidas entre Portugal, España, Argelia, Marruecos, Túnez y Francia.

La Península Ibérica cuenta con más de la mitad de la superficie de alcornocales de todo el mundo, y España es el segundo país con mayor extensión de este tipo de ecosistema, con más de 500.000 hectáreas.

En la provincia de Castellón se encuentra la industria corchera "Espadán Corks", dirigida por la cuarta generación de la familia Miravet y cuyo objetivo primordial es obtener una gestión social y económica de los alcornoques que poseen en propiedad.

En el año 2008 la compañía se convirtió en la primera empresa de fabricación de tapones de corcho con sello FSC y dos años después, sigue siendo la única del mercado español con esta distinción.

El sello FSC avalado por el MARM y WWF-España verifica, mediante una auditoría externa aplicada a la explotación forestal, que la madera procede de un bosque gestionado con prácticas medioambientales adecuadas.

Este proceso denominado por la organización ecologista FSC "cadena de custodia", es un proceso de certificación de la madera en el que se constatan todas las fases de recolección, transporte, transformación y distribución del producto.

Para la familia Miravet, "el corcho de Espadán, es la mejor muestra de que un producto ecológico de origen sostenible es fácilmente identificable por el consumidor".

Con este sello de certificación el precio del tapón de vino se incrementa en un 10 por ciento respecto al tapón convencional.

En España actualmente existen 24.813 hectáreas de alcornocales certificadas FSC y otras 20.000 están en proceso de certificación.

Una gran cosecha de corcho

En la empresa corchera "Espadán Corks" se mantiene el oficio de la extracción del corcho o "saca" del alcornoque generación tras generación, empleando siempre la misma técnica.

Las bajas temperaturas registradas este último año y el aumento de lluvias en primavera han dado como resultado "una gran cosecha de corcho que se comenzó a recolectar el pasado mes de junio y seguirá hasta agosto" según explica Adolfo Miravet, uno de sus elaboradores.

La primera "saca" se realiza cuando el árbol alcanza una edad de cuarenta años, a lo largo de su vida el alcornoque será sometido aproximadamente a unas 15 "sacas".

"El arte manual de extraer y tratar el corcho es laborioso", explica Miravet y el primer paso es empezar por "árboles que no han sido descorchados en 14 años para asegurar que el calibre del corcho alcance unos 30 milímetros de grosor".

La primera capa del alcornoque es la denominada "bornizo" utilizada para decoración o aislamiento termoacústico, la "segundera o segunda capa" se utiliza en los tapones de cava y sólo la tercera es la utilizada en tapones de vino.

Una vez sacadas las planchas de corcho del árbol, son lavadas, desparasitádas y secadas, almacenándolas en una estancia húmeda hasta ser separadas por su grosor que determinará la calidad del tapón de vino.

Para Elena Dominguez, "al descorchar un alcornoque abrimos en el árbol una herida, se le somete al árbol a un gran estrés por lo que hay que asegurarse que esta operación se hace de una manera ambiental correcta".

Es necesario, continúa, "encontrar un equilibrio entre la conservación del medio ambiente y el interés económico" la explotación de los alcornocales hace necesario el aclareo, la poda y la limpieza del monte bajo, sacándose de esas operaciones un rendimiento financiero importante.

Ese equilibrio ha sido posible en la sierra de Espadán, donde en la localidad de Almedijar se asientan industrias embotelladoras de agua mineral que se benefician de la recarga de acuíferos que genera un alcornocal gestionado con buenas prácticas medioambientales.

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