Una ballena gris apareció cerca de la costa de Israel y dejó atónitos a los conservacionistas.
Se creía que estos cetáceos se habían extinguido del Océano Atlántico. Por esta razón, su aparición en el Mar Mediterráneo no pudo más que causar sorpresa.
Es muy probable que la ballena haya recorrido -sin darse cuenta- la enorme distancia que separa a Israel de su hábitat natural, en el Océano Pacífico.
Sin embargo, otra posibilidad es que las ballenas grises hayan retornado a su antiguo hogar en el hemisferio occidental.
Tiempo atrás, existían tres grandes poblaciones de ballenas grises (Eschrichtius robustus): en el este y el oeste del Océano Pacífico y en el Atlántico Norte.
Las del Atlántico Norte se extinguieron en algún momento del siglo XVII o XVIII y desde ese entonces, no se han visto en el Atlántico.
Esto, hasta que un ejemplar fue divisado cerca de la costa de Herzliya Marina, en Israel.
El 9 de mayo científicos del Centro de Investigación y Asistencia a los Mamíferos Marinos de Israel fueron a investigar.
Tomaron fotografías para identificar a este enorme animal y confirmaron que, en efecto, se trata de una ballena gris.
A la Luna, ida y vuelta
"El hallazgo es increíble. Hoy, las ballenas grises sólo habitan el Océano Pacífico. Por eso, encontrar una en el Atlántico Norte y, además, en el Mar Mediterráneo, es muy extraño", afirmó Nicola Hodgins, de la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS, por sus siglas en inglés), con base en Londres, Reino Unido.
La WDCS aseguró que los expertos están muy sorprendidos con la aparición de la ballena.
"Las ballenas grises son reconocidas por hacer uno de los viajes migratorios más extensos del mundo, con un recorrido anual promedio de entre 15.000 y 20.000 kilómetros", explicó Hodgins.
"Durante su vida, una ballena gris hace un recorrido que equivale al viaje de ida y vuelta a la Luna".
"No obstante, esas nuevas imágenes muestran que esta ballena en particular tiene que haber recorrido distancias mucho más largas que el promedio para terminar allí".
Por otra parte, tuvo que haber hecho una ruta más larga para llegar al Mediterráneo, quizá pasando por un canal de navegación que conecta el Pacífico con el Atlántico.
Esto nos puede hacer pensar que tal vez no hizo el recorrido sola, sino como parte de un grupo de ballenas que ha recolonizado partes del Océano Atlántico y del Mar Mediterráneo, que se conecta con él.
"Su presencia en las costas israelíes generará seguramente muchas preguntas dentro de la comunidad científica", concluyó Hodgins.
Gracias a:
ES MUY SORPRENDENTE PERO TAMBIEN ES BUENO Q S ESTEN REUBICANDO EN SU ANTIGUA HOGAR
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