El Lago Tanganica, el segundo más profundo y antiguo del mundo, registra una temperatura superficial inaudita: es la más alta del siglo y la máxima reportada en los últimos 1.500 años. Según el diario Nature Geoscience, que publicó los resultados de los estudios geológicos realizados en la Universidad de Brown en Estados Unidos, en el lago se registra una correlación negativa entre la temperatura superficial y la productividad biológica del mismo. La autora principal del estudio, Jessica Tierney, supone que el aumento de la temperatura coincide con el aumento en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel mundial durante el siglo pasado.
Las temperaturas elevadas pueden acabar con la vida en este frágil ecosistema, pues reducen la cantidad de algas, que son fuente de nutrientes. Los lagos tan profundos como el Tanganica requieren del viento que agita las aguas para llevar los nutrientes de las profundidades hacia la superficie y alimentar a las especies que viven a lo largo de sus cien metros de profundidad. Cuanto más altas son las temperaturas menos se mezclan las aguas del fondo y la superficie. “Es la razón por la cual el calentamiento afecta directamente la vida”, dice en el diario.
El Tanganica, que junto con el Turkana en Kenia es de los más profundos del mundo, fue formado hace millones de años por el movimiento de las placas tectónicas y está rodeado por los países más pobres de África, como Burundi, República Democrática del Congo, Tanzania y Zambia. Para unos diez millones de personas que viven de la pesca y el agua dulce del mismo, es parte importante de su sobrevivencia.
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