Ya se sabe que fumar perjudica la salud de la nación, provocando enfermedades respiratorias y cáncer, envejece físicamente y, además, engorda.
Las autoridades australianas, para proteger la salud de sus ciudadanos y de paso incrementar los ingresos en el presupuesto estatal, aprobaron una iniciativa legislativa que tiene como objetivo restringir los intereses de los fabricantes y comercializadores de los derivados del tabaco en el territorio del país.
Estas draconianas regulaciones entrarán en vigor en junio de 2012. La innovadora legislación, al parecer la más dura del mundo por el momento, privará a los fabricantes del derecho de colocar el nombre de su marca en los embalajes y paquetes para sus productos. Tampoco se permitirá poner cualquier tipo de imagen o texto que pueda ser interpretado como una propaganda del tabaquismo.
Además, las autoridades nacionales tienen previsto aumentar los impuestos de los cigarrillos en un 25%, según informa AP.
Las empresas tabacaleras que operan en el territorio del país ya han proclamado su intención de reclamar justicia ante un tribunal.
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