Al menos 225 muertos reporta el último balance oficial del temporal lluvioso y los sucesivos deslaves que han afectado a las viviendas ubicadas en cerros y zonas de riesgo del estado de Río de Janeiro (sureste) en Brasil, mientras las autoridades intensifican las labores de rescate, aunque con muchas dificultades.
Este domingo fueron recuperados dos cadáveres más en el Morro de Bumba, un cerro de Niteroi, ciudad ubicada a 35 kilómetros al norte de Río de Janeiro. En esa localidad se estima que pueda haber sepultadas otras 150 personas.
Agentes de rescate explicaron que sus labores presentan dificultades en los cerros que sufrieron derrumbes en Niteroi porque ya han sido rastreadas las capas más superficiales de los deslizamientos y ahora será necesario llegar hasta una profundidad mayor.
El escenario se complica porque las viviendas precarias que se destruyeron estaban construidas en terrenos que anteriormente funcionaron como un vertedero de basura.
El enviado especial de teleSUR al lugar de la tragedia, Edgardo Esteban, entrevistó a uno de los pobladores sobrevivientes de los deslizamientos de lodo en los cerros.
Rafael Gómez, habitante de la favela el Morro de Bumba "estaba en su casa cuando el cerro se vino abajo. Logró salvar a seis hijos, pero tuvo que ver cómo la tierra se llevaba a su compañera y amigos. Ahora luego de la tragedia no puede creer el horror vivido", reportó el periodista.
"Estoy triste todos mis amigos están ahí, las personas que convivían conmigo están ahí", dijo Gómez, en referencia a las toneladas de lodo en las que quedaron tapiados sus vecinos.
El enviado especial de teleSUR informó que los deslizamientos sepultaron en el Morro de Bumba unas 60 casas, con unos 200 moradores.
Como medidas para prevenir más muertes, la Alcaldía de la ciudad de Río de Janeiro (este) publicó un decreto en el que ordenó el desalojo obligatorio de todos los habitantes que estén en zonas de riesgo.
El alcalde de Rio, Eduardo Paes, confirmó este domingo que familias en áreas de la favela Morro de Urubú (suburbio) ya fueron obligados a abandonar el lugar el sábado.
"La situación es impresionante. Tuvimos suerte", sostuvo Paes en su microblog Twitter.
En Urubú unas 300 casas fueron clausuradas por la Defensa Civil. Paes anunció que otras siete favelas serán desalojadas y removidas, con lo que se llega a un total de cuatro mil familias que serán trasladadas de zonas peligrosas.
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