A mil 144 se elevó el número de fallecidos por el terremoto que golpeó el miércoles la provincia de Qinghai, en el noroeste de China, según últimas informaciones entregadas este viernes por la agencia oficial de ese país Xinhua.
El sismo que registró 6,9 de intensidad según el Instituto de Geofísica Estadounidense (USGS por su sigla en inglés) y de 7,1 según las autoridades chinas, se sintió el miércoles a las 07:49 (23:49 GMT del martes), magnitud similar al movimiento que sacudió Haití en 12 de enero pasado.
Las autoridades chinas se mantienen en la búsqueda de otras 417 personas que están desaparecidas y se reportan al menos diez mil heridos por el movimiento telúrico.
Socorristas continúan excavando bajo los escombros en medio de las bajas temperaturas de la zona y ante las dificultades debido a la altura donde se ubican las zonas más afectadas. El 85 por ciento de los edificios cedieron ante el sacudón telúrico del miércoles pasado.
La temperatura desciende hasta los cinco grados bajo cero en la zona afectada, donde los sobrevivientes se mantienen a la intemperie en medio del hambre y del olor de restos mortales que han comenzado a descomponerse.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, comentó que "la máxima prioridad es salvar gente", a su llegada el jueves a la prefectura autónoma de Yushu y añadió que "no se detendrá (la búsqueda) mientras haya la más mínima esperanza".
Jiabao prometió a sus habitantes, erigir "una nueva Yushu" luego de los trabajos de asistencia en la zona, instalada a unos 4 mil metros sobre el nivel del mar y cuya población registra unas 100 mil personas.
La mayoría de las personas afectadas perdieron a muchos familiares y todas sus pertenencias. Se prevé que el número de muertes aumente en las próximas horas y se estima que la localidad de Jiegu se encuentran al menos unas 200 personas bajo los escombros.
Este potente terremoto sacudió una zona rural de gran pobreza destruyendo casas hechas de adobe y estructuras de madera, así como escuelas fabricadas con otro tipo de materiales endebles.
Cerca de cien estudiantes se encontraban en centros educativos al momento de producirse el sismo, cuyos cadáveres se estima estén enterrados bajo los restos de esas estructuras derrumbadas, según un medio local.
El presidente chino, Hu Jintao, interrumpió la visita oficial que realizaba en Brasil y suspendió su viaje a Venezuela, para retornar a su país y atender la tragedia.
Gracias aa telesur.tv
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