El artista plástico Nicolás García Uriburu, junto con un grupo de activistas de Greenpeace, tiñó de verde el río de Matanza-Riachuelo, el más contaminado de Argentina, para exigir su saneamiento.
Desde una lancha, García Uriburu vertió una sustancia que no produce ningún impacto ambiental, pero con la que tiñó de verde el agua del río, eligiendo la parte del curso del mismo que marca el límite sur de la capital argentina.
La acción, llamada 'Utopía del Bicentenario. 200 años de contaminación', completó el número de medidas que el artista y ecologista argentino lleva años realizando en varios lugares del mundo. Asimismo, coloreó de verde las aguas del Gran Canal de Venecia en 1968. Posteriormente organizó acciones similares en el Sena de París, el East River de Nueva York o el río de la Plata de Buenos Aires.
Matanza-Riachuelo es un río muy contaminado, a orillas del cual están situados la capital de Argentina y los 14 municipios de la provincia de Buenos Aires. Según datos de organizaciones ecológicas internacionales, cuatro de cada diez habitantes de esta región donde viven 5 millones de personas no se abastecen de agua potable. El estado del río es calificado como catástrofe ecológica.
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