Mientras que el clima invernal extremo en algunas partes de Europa, Asia y Estados Unidos llevó la vida de millones de personas a una virtual paralización, en muchos otros lugares donde las temperaturas bajo cero son una rutina se las arreglan para funcionar.
En el noreste de la república rusa de Sajá (Yakutia), se encuentra el pueblo de Oimiakión, comúnmente llamado el lugar habitado más frío de la Tierra.
Situado en una zona de Siberia, conocida como el "anillo de la muerte de Stalin" -un antiguo destino para los exiliados políticos- Oimiakión goza de una temperatura media en invierno de -45 grados Celsius y ostenta el récord mundial para un lugar habitado con -71,2ºC.
Allí viven unas 500 personas. El pueblo apenas tiene un hotel, sin agua caliente y con el baño fuera del edificio.
La misma situación vivían los alumnos de la única escuela hasta 2008, cuando pasaron a disfrutar del lujo de poder ir al baño sin salir al frío.
Y mientras en Europa occidental un poco de nieve puede cerrar escuelas durante días, en Oimiakión sólo cierra cuando el termómetro marca -52 grados Celsius.
La mayoría de las casas del pueblo dependen del carbón y de la leña para obtener calor y disfrutan de pocos objetos modernos: los teléfonos celulares, incluso si hubiera un servicio en la zona, no funcionarían ante un frío tan extremo.
Lentes congelados en la cara
Oimiakión se encuentra a tres días de auto del centro poblado más cercano, Yakutsk -capital de la república de Sajá- la ciudad más fría del mundo.
Más de 210.000 personas viven allí, bajo un estado constante de permacongelamiento, con temperaturas que en invierno promedian los -40 grados Celsius.
Sin embargo, la ciudad se las arregla para funcionar. Tiene dos aeropuertos, una universidad, varias escuelas, teatros y museos.
Según se dice, la gente deja sus vehículos encendidos durante todo el día y le advierten a los visitantes de que no usen lentes mientras se encuentran en la calle, porque se les congelarían en la cara.
La ciudad está ubicada en la margen occidental del río Lena, que a veces se congela de tal manera que se habilita al tráfico.
Nevera de la nación
En el hemisferio occidental, el frío extremo también es una característica de muchos pueblos y ciudades. En Estados Unidos, International Falls (Minnesota) y Fraser (Colorado) con un temperatura media de entre 0 grados Celsius y -2, compitieron durante años por el título de "la Nevera de la Nación".
La batalla se resolvió en tribunales y la distinción fue adjudicada a International Falls. De ambos lugares, ésa ciudad ha registrado la temperatura más baja, -40 grados Celsius en 1967.
La ciudad celebra la fama de su invierno con un festival anual de cuatro días, que incluye eventos como juegos de bolos con pavo congelado, esculturas de nieve y esquí a la luz de las velas.
El turismo es la segunda industria más rentable de la ciudad, un subproducto de las condiciones extremas que otras ciudades alrededor del mundo también saben aprovechar.
Por ejemplo, Jukkasjarvi, en Suecia, cuenta con el hotel de hielo más grande del mundo.
¿A eso le llamas frío?
En Europa, Escandinavia regularmente se enfrenta a los fríos más extremos del continente y, por tanto, está bien equipada para hacerle frente.
En Europa, Escandinavia regularmente se enfrenta a los fríos más extremos del continente y, por tanto, está bien equipada para hacerle frente.
Los residentes que se contactaron con la BBC expresaron su sorpresa al ver las imágenes de televisión y las noticias con el efecto que la nieve estaba generando en lugares no acostumbrados a tales condiciones.
Maija, desde Mouhijarvi, en el oeste de Finlandia, ridiculizó el clima en Polonia, donde las temperaturas cayeron hasta los -25 grados Celsius.
"¡Ja! Son las cinco de la tarde en Mouhijarvi y el termómetro fuera de la ventana de nuestra cocina dice actualmente -28 grados (...) y espero que la temperatura baje un par de grados más durante la tarde. No es anormal aquí para esta época del año", aseguró.
El británico Roger Hampton dijo que viajó 250 kilómetros desde su casa en Oslo, Noruega, sin ningún problema el miércoles cuando la temperatura alcanzó los -22 grados Celsius.
"En el pueblo de Roros, en el centro de Noruega, las últimas dos noches hubo -40 grados Celsius. No escuché de escuelas cerradas y la mayoría de las rutas permanecieron abiertas", indicó.
En varios países europeos, incluido Noruega, el uso de neumáticos para invierno es un requisito legal. En cambio, en el Reino Unido, donde tal ley no existe, los conductores reciben el consejo de usar sus vehículos solamente para viajes esenciales.
"¿Por qué los ingleses tienen este problema cada año?", se preguntó Darío More, desde Alemania. "Acá en Dresden, con -13 grados Celsius, conduzco mi auto con normalidad con nieve y hielo".
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